Bolivia desecha toneladas de baterías usadas; para prevenir el daño ambiental, Commetal las recicla

Además de plomo, estos dispositivos contiene plástico y agua ácida que de no ser tratados pueden causar daños ambientales que llevaría años reparar, además que también causan daños en la salud de las personas.

Marcelo Blanco

¿Sabías que el parque automotor en Bolivia genera 20.000 toneladas de baterías en desuso cada año? Lo peor es que al ser desechados, estos dispositivos resultan altamente contaminantes, pero la buena noticia es que una iniciativa lleva cerca de cuatro décadas trabajando en la reutilización de estos generadores de energía, con un impacto positivo en el cuidado del medio ambiente, fomentando la educación ambiental y haciendo un llamado a la ciudadanía para ser parte de la solución.

Aquí te contamos acerca de la misión de Commetal, pero antes veamos qué hay acerca de los efectos adversos de las baterías de plomo para el medio ambiente y la salud de las personas.

Una batería de plomo ácido que es usada en el autransporte tiene como principales componentes metálicos: plomo, cadmio, mercurio, níquel, litio y otras sustancias tóxicas en forma de polímeros. Cada uno de estos componentes puede llegar a contaminar miles de litros de agua al primer contacto con el líquido, de acuerdo con la información del Instituto de Ecología de México.

Una batería de plomo puede llegar a contaminar 600 mil litros de agua, según este reportaje del diario ABC. Además, si se mezcla con otro tipo de basura al descomponerse generan gases tóxicos para los humanos y pueden causar problemas en la salud como por ejemplo al sistema nervioso.

Pese al alto peligro, en varios países aún no las reciclan en su totalidad. Según un informe de 2017 de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en Argentina son 7.000.000 las baterías que caen en desuso anualmente, de estas solo el 6% se recicla. El restante 94% es desechado con la basura o cae en manos del mercado informal.

Además, según la Organización de las Naciones Unidas, de los 2.500.000 toneladas de plomo que se producen en el mundo anualmente, tres cuartas partes van a la fabricación de las baterías para automóviles, teléfonos, computadoras portátiles y otros aparatos similares.

En Bolivia, la situación es similar a la de otros países, ya que de acuerdo con cifras proyectadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) compartidas por Commetal, en el país el parque automotor genera 20.000 toneladas de baterías en desuso cada año. De este total, entre el 40 y el 45% es tratado por la empresa Commetal para su posterior reutilización.

Una segunda vida para las baterías de plomo

La planta de Commetal que nació en 1988 tuvo como objetivo central la instalación de unidades productivas para la obtención de plomo a partir de la minería. Aunque también se desenvolvió en la rama del reciclaje, buscando reutilizar las baterías de plomo que eran desechadas. 

Fue así que surgió la primera planta recicladora de baterías de plomo de Bolivia. “Nos sentimos orgullosos de habernos convertido en uno de los pioneros en economía circular en el país, estando comprometidos en alcanzar nuestra meta de procesar el 100% de las baterías en desuso en Bolivia”, expresa la coordinadora de Proyectos de Commetal, Gabriela Inturias. 

¿Cómo se procesan las baterías?

La coordinadora explica que su planta de tratamiento se encuentra en la ciudad de Warnes, Santa Cruz. El procedimiento que siguen para reciclar las baterías empieza por llevarlas al molino de baterías donde se hace una separación de los componentes: plomo, plástico y agua ácida.

Luego hacen la recuperación y refinación del plomo para convertirlo en lingotes que son enviados a una fábrica que elabora baterías. El plástico extraído se lo procesa para volverlo en pellet, que es usado para hacer nuevas piezas y cajas de baterías u otros materiales.

La agua ácida es transferida a empresas dedicadas a la purificación de este líquido para su reutilización. “De esta manera se logra aprovechar entre el 98 al 100% de los componentes de las baterías usadas”, acota Inturias.  

 

¿Cómo recolectan las baterías y en qué estado deben estar?

La empresa socializa constantemente a través de sus redes sociales su trabajo, informa y educa sobre el impacto que tienen sobre el medio ambiente los elementos empleados para la fabricación de las baterías de plomo y hace un llamado a la acción para que la ciudadanía se sume a esta cruzada por el cuidado medioambiental.

En ese sentido, invita a sus seguidores en tres departamentos a llevar las baterías en desuso a sus puntos de acopio. La planta en Warnes es uno de estos sitios y también las tiendas de la fábrica de baterías Batebol SA con la que ha tejido una alianza.

Estas tiendas se ubican en el eje troncal del país: una en el Parque Industrial Mz-4 en la ciudad de Santa Cruz, otra en la avenida Juan de la Rosa esquina Meichor Pérez de Olguín en Cochabamba, y la tercera en la avenida Landaeta número 1020 en La Paz.

Además, Inturias aclara que las empresas que necesiten el acopio de baterías de plomo pueden contactarlos para coordinar este servicio.

Las baterías no necesitan estar en un estado en específico para ser recicladas, pueden estar secas o con el agua ácida, siempre que tengan elementos de plomo. El único detalle es que se debe evitar que estén adulteradas con tierra y agua, ya que esto perjudica el proceso de reciclaje.

Falta de una ley que regule el acopio y frene el mercado negro

Inturias resalta que la mayor dificultad que han visto en estos años es la falta de normativas que regulen el acopio de baterías en desuso. Ante esta falta de regulación, cuenta que existe un mercado negro que reutiliza las baterías pero sin darles un correcto tratamiento para evitar la contaminación en el medio ambiente.

Por un lado, menciona que hay fundidoras que recolectan las baterías con la finalidad de sacar una remuneración económica y por tal motivo abaratan costos y no dan un correcto tratamiento; algunas llegan a reconstruir las baterías para venderlas como seminuevas. Esto también conlleva que el precio de las baterías usadas suba ante la demanda.

Otro aspecto aún más alarmante es que hay personas que de manera artesanal funden las piezas de las baterías para extraer solamente el plomo y venderlo suelto. Lo peligroso de esto es que al no tratar el resto de elementos de una batería ni seguir los procesos con cuidado, llegan a contaminarse ellas mismas y a su entorno.

“No se sabe con certeza dónde terminan las aguas ácidas que contienen las baterías, posiblemente las desechan a la alcantarilla o directo al suelo, causando daños ambientales”, destaca la coordinadora de Commetal.

A esto se suma que en los últimos años, hay personas que las venden llenas de agua con la finalidad de conseguir mayor rédito económico, ya que el precio se define por el peso. “No se detienen a pensar que esto produce mayor impacto ambiental, es más agua contaminada que hay que tratar y mayor el proceso para nosotros”, comenta.

En ese sentido también ha sido vital el apoyo y alianza que esta empresa hizo con la fábrica de baterías Batebol S.A. con la que trabajan ante esta dificultades.

Tú también puedes aportar al cuidado del medio ambiente. Si desechas la batería de tu vehículo, déjala en uno de los puntos de acopio.

 

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).

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